martes, septiembre 26, 2006

Dia 2: Centro y Kyoto Oriental

Kyoto, muy bonito pero mucho calor!

Debían ser las 4 de la mañana cuándo me desperté y ya empezaba a clarear. Intenté conciliar el sueño de nuevo pero la luz entraba poco a poco por la mosquitera y ya notaba los nervios en el estómago. Me podia más salir pitando de la habitación y callejear que intentar en vano dormirme de nuevo. Así que me levanté sin hacer demasiado ruido y dejé al resto (Marta, Susana, Homs, Nacho y Alex) durmiendo. Bajé al primer piso donde está el saloncito y el jardín y quise disfrutar ese momento de soledad escribiendo unas frases en el diario del viajero del ryokan, qué momento más placentero yo solo en un pais tan alejado y extraño dejando mis pensamientos.

Cuándo bajé de la nube salí del ryokan rumbo ninguna parte decidido a patear un rato. Salí a la calle 5am y no había un alma, era totalmente de dia. Callejeé por la zona, yo y la cámara.
Recuerdo meterme por callejones y ver algunos posters de propaganda política que me hicieron mucha gracia, carteles y escaparates de comida de plástico (tema que me tenía realmente obsesionado),algún que otro mini templo y una cantidad de bicicletas a merced de cualquier caco. Me sorprendió mucho ver tal cantidad de bicicletas sin atar. Simplemente un candadito en la rueda que no impedia que pudieras llevartela a cuestas, por algo dicen que Japón es el pais más seguro del mundo.

Después de caminar no sé cuanto rato decidí volver para juntarme con el resto...que por supuesto seguian durmiendo. Una vez reunidos nos dividimos para desayunar, los clásicos que querían cafelito y pastita el una cafetería al lado del ryokan y los que ibámos integrarnos con la cultura culinaria japonesa. Así que Homs, Nacho y yo decidimos entrar en el super e ir a la sección donde te preparaban comida recien hecha. Ya empezamos arriesgando con "croquetas" rellenas de verdura y carne, unas alitas de pollo y un yakitori por boca, hay que empezar fuerte por la mañana. Las bebidas siempre la de la etiqueta más rara. Creo que nos costó alrededor de los 500 yenes por persona! Después de comerlo tranquilamente en la calle (luego nos dijeron que no estaba muy bien visto comer en público, pero que a los gaijin se les permite prácticamente todo)decidimos ir, ahora sí todos, dirección al Palacio Imperial de Kyoto (Kyoto Gosho), en la misma Marutomachi Dori donde disfrutamos de un cartel en la puerta de una barbería de Carles Pujol, qué grande es Japón!

De camino entramos en un templo bastante impresionante pero con pinta de secta y como teniamos la agenda muy apretada decidimos no recrearnos demasiado. Así que continuamos 15 minutos hasta llegar a la impresionante muralla del palacio imperial. Entramos y continuamos andando otros 15 minutos por los jardines hasta llegar a una sala de espera donde organizaban grupos con guia en inglés. La entrada al palacio y toda la visita era gratis. Pasamos por las diferentes estancias y jardines con las paradas de rigor y no podias dejar de imaginar como deberían vivir siglos atrás. El sitio era expectacular, el contraste entre la madera y las tejas de forja, los techos curvos construidos con cientos láminas de madera, los árboles esculpidos, las impresionantes puertas de entrada...todo estaba en harmonia.

Después de cocernos como chicharras viendo el palacio decidimos ir andando hasta el Castillo Nijo (Nijo-jo) construido por Tokugawa Ieyasu, a otros 30 minutos del palacio. La entrada, 600 yenes, quizás de los más caros de los que hemos visitado pero merece la pena. Para entrar al recinto tienes que pasar una enorme puerta ornamentada hasta llegar al primero de los edificios. No tiene pinta de castillo como puede ser el de Himeji, una gran fortificación y solo es de una planta pero es de visita obligada. Al pasar por las diferentes estancias te sumerges totalmente en el ambiente medieval, la luz tenue que dejan entrar las ventanas de papel, los grabados y dibujos de todas las salas que servian como salones, comedores, salas de reuniones, dormitorios, incluso hay un par de recreaciones con maniquies de shogunes y sirvientas. Por poder no se podian hacer fotos pero de vez en cuando se te escapaba el dedo sobre el gatillo de la cámara a ver que salia...y claro salia lo que salia.

Nuestra siguiente parada era el mercado de Nishiki, en el centro de Kyoto. Se trata de una estrecha calle cubierta y muy larga con una infinidad de puestos de comida,artesania, pescaderia, tiendas de encuertidos etc...Hasta alli llegamos en taxi por ahorrar un poco de tiempo ya que queriamos visitar la gran mayoria de templos de Kyoto en un dia. El taxi 250 yenes por persona, no son nada caro los taxis como se piensa, solo coger el autobus te cuesta 210 yenes.Allí aprovechamos para hacer alguna compra y picar un poco antes de comer. Probamos unos cuantos encurtidos que te daban para degustar, un pincho de anguila (unagui) y el takoyaki que son una bolas rellenas de pulpo con una salsa agridulce que empalaga no sabeis cuánto!

Después de picotear un poco decidimos ir a Kiyomizu Dera y pasando por Yasaka Shrine, el Templo Kodai ji, Ryozen Kannon y la Pagoda Yasaka. Así que subimos por Sanjo Dori, que es una de las calles principales de Kyoto llena de comercios, pasamos el rio Kamo hasta llegar a Higashiyama Dori, donde encontramos la puerta al conjunto de templos, Yasaka Shrine. Allí hicimos los rituales de rigor que era lavarse las manos con un cazo en un fuente, beber de ese agua y luego escupirla y aplaudir tres veces. Una vez aseaditos ya podias tocar todos los sonajeros y campanas del recinto, menuda serenata! Poco después y de ver el poco sentido y gracia que tenia zarandear todas las cuerdas decidimos seguir nuestro camino callejeando hasta llegar a el templo de Ryozen Kannon. Por el camino vimos unas falsas geishas y digo falsas por qué ellas mismas nos lo dijeron. De hecho una muy simpática que hablaba muy bien el castellano trabajaba en el aeropuerto de Narita y nos comentaba que de vez en cuando se disfrazaban como reclamo turístico pagadas por una empresa.

Llegamos a Kannon que de lejos impresiona bastante por el tamaño de la estatua pero cuando te acercas te das cuenta que está hecha de fibra de vidrio y hueca por dentro. Quiero pensar que la original se les quemó o la arrasaron como la gran mayoria de templos de Japón. Allí hicimos una paradeta e investigamos alrededores encontrando un bosque de bambués. Qué buen rollo da un bosque de bambues, es una pasada comprobar lo flexibles que son y el ambiente que tiene estar rodeado de tanto verde y como entran los rayos de sol através de las hojitas frondosas de las copas. Seguimos la marcha después de escenificar algún plano de Tigre y Dragón hacia la Padoga Yasaka de cinco pisos. Ya estábamos cerca de nuestro último objetivo del dia, Kiyomizu dera, representado en un de las escenas de Wasabi (peliculón de Jean Reno :P ) Pero para llegar primero pasamos por una calle llena de recuerdos, suvenires y artesania por supuesto con mucho más encanto que las de las Ramblas de Barcelona. No pude resistir la tentación y a la vuelta compré un shuriken (estrella ninja,400 yenes) y un jinbei ("pijama"-traje reginal de verano,1000 yenes).En seguida llegamos al templo más antiguo de Japón que no se ha quemado ni lo han derribado etc...vamos el original y genuino, el tan esperado Kiyomizu dera. Es impresionante ver como está construido integramente de madera y rodeado de vegetación en un sitio tan privilediado. Desde arriba puedes ver gran parte de la ciudad de Kyoto. Otra de las visitas obligadas, no defrauda!

De camino de vuelta ya notábamos el cansancio y sobretodo las rozaduras en la entrepierna, entre el calor y el roze de los calzones nos tenian muertos. Así que ni corto ni perezoso me metí por uno de los callejones a tirar los calzones por el cual JAMAS tenia que haber pasado nadie y bueno os podeis imaginar la situación tan embarazosa... De vuelta al ryokan hicimos la parada de rigor por el supermercado para picar algo en el hotel...un obento de fideos soba por algo más de 150 yenes...si es que está tirado todo! Eso fue un tentempié por que después de ducharnos fuimos a cenar a un "curry" a 5 minutos andando. Allí cada uno pidió una especialidad diferente entre la no spicy y la very very spicy que te morias de lo picante que estaba...delicioso! El plato único de arroz con curry y la guarnición que quisieras más una cerveza creo recordar que no costó más de 800 yenes. Hartos de picante volvimos para descansar y preparanos para el dia siguiente...la tan esperada ciudad de Nara!

2 comentarios:

ALGOGOKU dijo...

Bonitas fotos.

Y buen relato. Yo me dejé el Palacio Imperial y el Mercado de Nishiki, algo imperdonable que remediaré en mi regreso, jejeje.

Por cierto, en el santuario de la Kannon esta, a su izquierda, había un pequeño templo o lo que fuera, dedicado a los que cayeron en la 2ª GM.

Saludos.

Chichi dijo...

me alegra verte por aquí!
Siempre quedan lugares que visitar. El mercado de Nishiki es bonito de ver pero el de Tsukiji en Tokyo si que es imperdonable no verlo! No recuerdo que estuvieras allí cuando leia (leo) tu blog.

Respecto al templo no recuerdo a la izquierda ningún templo. Si se que estaba en bosquecito de bambues. Es posible que siguiendo la senda montaña arriba lo encontraras.

Hasta luego!